Es más que probable que sea un buen entrenador.
Es casi seguro que haces todo lo posible para que tus clientes logren los objetivos por los que te han contratado.
Pero es muy común que aun así, tus clientes no consigan la transformación física que esperas.
¿Qué está fallando? Te preguntaras.
Has preparado el entrenamiento que la persona necesita, le corrige lo mejor que puedes y le das apoyo en los días malos, pero cuando llega el momento de hacer el control, el resultado que se ve en las fotos no es lo que esperabas.
Algo se te escapa, no puede ser que haciendo aparentemente "todo", la persona no mejore.
Entendiendo el problema de la transformación
El entrenamiento es una parte esencial para que la persona logre sus metas, pero es solo una parte del proceso, tanto la pérdida de peso como la ganancia de masa muscular implica una serie de aspectos a tener que no podemos olvidar.
Es por eso que si solamente nos quedamos con una parte (entrenamiento), es imposible que la persona consiga lo que quiere.
Y así como tú no te has convertido en un buen entrenador estudiando exclusivamente anatomía, el cliente no va a mejorar haciendo únicamente el entrenamiento.
Por qué el entrenamiento no es suficiente
Tras muchos años ayudando a personas a conseguir sus metas me dio cuenta de una cosa que realmente cambió mi manera de ayudar.
Antes, pensaba que el entrenamiento era la parte más importante y sí o sí tenía que ser de manera presencial porque el trato humano con la persona, el poder corregirle "in situ" era algo indispensable.
Y claro, yo con mi ego creía que o estaba presente en el entrenamiento o era imposible que la persona a la que estaba ayudando hiciera la sentadilla perfecta.
La vida, o las personas me dieron un golpe de realidad tremendo.
Mis entrenamientos presenciales considero que eran muy buenos, cada día tenía más clientes en el centro donde trabajaba, o más bien donde vivía, porque solamente iba a mi casa para cenar y dormir, pero faltaba algo.
De las muchísimas personas que venían al gimnasio y que estaban encantadas con los entrenamientos, solo un pequeño % conseguía realmente la transformación física que venían buscando.
Siendo sincero, yo no estaba satisfecho de los resultados que mis clientes conseguían por muy contentos que viniesen a pasar un par de horas conmigo a la semana.
Párate a pensar, ¿cuántos días a la semana entrenas tú? ¿Cuidas tu alimentación? ¿Tratas de mejorar tu control del estrés y del descanso?
Estoy seguro de que la respuesta a todas, o la gran mayoría de las preguntas es sí.
Entonces…, ¿cómo pretendemos que la persona consiga resultados entrenando dos horas a la semana con nosotros y olvidándonos del resto de áreas cuando en nuestro caso particular atendemos a otras variables?
A mí me costó mucho tiempo darme cuenta de ello, pero una vez que lo hice mi forma de ayudar a las personas cambio totalmente, y gracias a ello, un gran % de las personas que me contratan consiguen su transformación.
Qué necesita un cliente para lograr su transformación
Además de entrenar, un cliente que desee lograr una transformación física debe:
1. Controlar el estrés y descanso.
Da igual cómo de bueno sea tu plan de entrenamiento, si la persona no aprende a manejar sus niveles de estrés y descanso, es probable que en la mayoría de los días no pueda seguir con el plan, ya sea porque se encuentra cansada, agobiada o una mezcla de ambas.
Como entrenadores no tenemos grandes herramientas para esto más allá del ejercicio, pero pararte a hablar con la persona sobre cómo duerme en lugar de limitarte a "dispensar entrenamientos", puede ayudar.
Además de esto, trata de ser empático y flexible con la planificación, la persona a la que entrenas tiene una vida más allá del gimnasio, aprender a escucharla y adaptar el plan a lo que necesita es una parte vital del proceso.
2. Tener unos niveles de actividad adecuados
¿Cuánto se mueve tu cliente al día?, ¿qué es lo que hace fuera del gimnasio?
Teniendo en cuenta que una semana tiene 168 horas, si el cliente entrena (con suerte), 3-5 h de esa semana, le quedan 163.
Tenemos que hacer consciente a esa persona de que la actividad es importantísima, que debe moverse, debe ser activa y tratar de sumar todo el movimiento posible, o, de lo contrario, las 3-5 h de entreno que hacemos a la semana servirán de poco.
3. Llevar una alimentación adecuada.
Por muy buenos que sean tus entrenamientos, si la persona que quiere perder peso no genera un déficit calórico va a ser imposible que lo consiga.
Por el contrario, si la persona que quiere ganar masa muscular no ingiere la suficiente cantidad de proteína y calorías, se quedará con la misma masa muscular que tiene ahora.
En mi caso y como dietista que soy, voy a centrarme más en este último aspecto, ya que creo que es en el que más te puedo ayudar.
Cómo abordar la nutrición con tus clientes
Cuando comencé a trabajar como entrenador no entendía por qué la gente era incapaz de irse a su casa y comer lo mismo que comía yo, es decir, mucha verdura, bastante proteína, buenos carbohidratos y grasa de calidad.
Me resultaba inexplicable entender que si yo durante la sesión le explicaba a la persona qué es lo que tenía que comer para conseguir sus objetivos, la persona se fuese a su casa y desayunase un vaso de leche con galletas, o merendase un croissant con chocolate.
Pero, cuando esto se repite muchas veces, empiezas a darte cuenta de que el problema no es tanto de las personas, sino nuestro.
Todas las personas “saben” comer bien, al igual que todas saben que el ejercicio físico es bueno, pero eso no quiere decir que luego lo lleven a la práctica.
La realidad es que las personas piensan que saben comer, pero lo único que tienen son pequeñas nociones de que la verdura y la fruta son buenas, nada más.
Por tanto, por mucho que le demos recomendaciones generales a esa persona, va a ser muy complicado que mejore sus hábitos de alimentación, y que en consecuencia, consiga la transformación física que busca.
Y así como nos centramos en crear entrenamientos individualizados y adaptados a la persona ¿No crees que sería ideal enfocar también la nutrición del mismo modo?
Cómo incluir la nutrición en tus servicios de entrenamiento
Sé que no es fácil, ya suficiente trabajo tenemos con los entrenamientos como para ponernos también a dar pautas específicas a nuestros clientes que muchas veces ni siquiera nosotros sabemos dar o tenemos la titulación para ello.
Pero siendo realistas, si quieres conseguir más y mejores resultados con tus clientes, tienes que empezar a poner foco en que su alimentación acompañe a todo este proceso o va a ser imposible que lo logren.
¿Qué puedes hacer entonces?
En mi caso, me di cuenta de que el entrenamiento me gustaba mucho, pero la nutrición era un campo que me apasionaba, por lo que decidí estudiar el grado superior en dietética para poder trabajar también esta parte.
¿Te recomiendo a eso a ti?
Si eres una persona apasionada de la nutrición y tienes tiempo para ello, está claro que sí, pero no te quedes solo con el grado superior o la carrera universitaria. Fórmate de manera específica en aquello que más te guste de este campo.
Si solamente consideras la nutrición como algo que te va a ayudar a dar un mejor servicio, te voy a ser sincero, no lo hagas.
No porque no sea útil, sino porque vas a tener asignaturas que te van a parecer un suplicio, como microbiología alimentaria o control alimentario y que realmente, te servirán de poco para ayudar a tus clientes.
En el caso que no quieras estudiar nutrición, existen diferentes opciones para poder ayudar a tus clientes con ese apartado.
1. Crea colaboraciones con nutricionistas de confianza.
Así como tú eres bueno en el entrenamiento y tienes cierta idea de nutrición, existen profesionales de la nutrición a los que les ocurre lo contrario.
Asociarte con un nutricionista te permitirá darle un servicio más integral a tus clientes y que de esta manera estos logren mejores resultados.
2. Trabaja conmigo en mi servicio de nutrición para entrenadores.
Desde hace varios meses y viendo la cantidad de entrenadores que necesitaban algo así, he creado un servicio en el que ayudo a entrenadores con la nutrición de sus clientes.
En el servicio cada entrenador tiene acceso a diferentes menús divididos por raciones (calorías), por número de comidas al día y objetivo (perder grasa, ganar masa muscular).
De este modo el cliente tiene un menú adaptado a sus requerimientos y junto con el entrenamiento se le brinda un servicio integral que le permita conseguir más y mejores resultados.
Supongo que esto ya lo sabes, pero un cliente con resultados es la mejor estrategia de marketing que puedes tener, ya que permanecerá más tiempo contigo y te traerá más clientes.
Además de esto, el servicio incluye también una aplicación para que tus clientes puedan hacer cambios en su menú sin miedo a hacerlo mal y sin tener que estar para corregirles (lo cual te ahorra mucho tiempo)
Si te gustaría conocer más sobre este servicio, haz clic aquí.
Consejos finales
A modo de resumen final me gustaría dejarte aquí los puntos claves del artículo:
- La persona es la parte más importante de todo el programa. No hay servicio perfecto, pero si la persona no obtiene aquello que espera, es probable que tu no negocio funcione.
- El entrenamiento es fundamental, pero no es lo único. Un buen servicio debe abordar todos los aspectos que la persona necesita para lograr sus objetivos.
- Un servicio de alimentación de calidad te va a ayudar a conseguir esa transformación física que quieren las personas que confían en ti.
- Escuchar a la persona es fundamental. Ella no tiene nuestros hábitos y necesitamos saber cómo se siente y empatizar con ella para darle lo que necesita, no lo que nosotros pensamos que es lo que necesita.
- Si no te apasiona el mundo de la alimentación formarse no es sencillo, pero existen formas para colaborar con un profesional de la nutrición y dar así a tus clientes un servicio de mayor calidad a las personas que lo consumen.
Espero de verdad, que este artículo te haya servido y que trates de poner en marcha los consejos que aquí te doy porque a mí literalmente me cambiaron la vida en relación con los resultados que soy capaz de generar a mis clientes.
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